El pasado 23 de mayo, varios barrios de la zona suroriental de Cartagena, incluyendo El Pozón, el Triángulo de Desarrollo Social y Villa Estrella, reportaron un fuerte olor a gas que generó gran preocupación entre los residentes. Esta situación ha llevado a los padres de familia del Colegio Juan José Nieto, sede Baranoa, a protestar y solicitar la reubicación de los estudiantes de esta sede ubicada en Urbanización Anita.
Los padres de familia han manifestado que el olor a gas es cada vez más intenso y han solicitado a la Secretaría de Educación tomar medidas urgentes, ya que las jornadas de clases están compuestas únicamente por estudiantes de primaria. Lea también: Comunidad de Bayunca y Pontezuela celebra firma de crédito para alcantarillado
“Desde hace meses tenemos problemas con la Bomba El Gallo y el olor que produce. Hay días en los que llevamos a los niños y los profesores nos llaman para pedir que los recojamos porque el olor es insoportable, causando dolores de cabeza, vómitos y mareos en los niños”, relató Luz Martínez, una de las madres afectadas, en entrevista con El Universal.
El colegio informó a los padres que tienen una orden de desalojo inmediato desde febrero, y actualmente están a la espera de un acuerdo con la Secretaría de Educación. “Queremos una solución porque los niños no pueden seguir perdiendo clases”, añadió Martínez.
En respuesta, los padres realizaron un plantón en la puerta del colegio con pancartas, lo que llamó la atención de la Secretaría de Educación. El 6 de junio, se llevó a cabo una reunión entre los docentes y el secretario de Educación, Alberto Enrique Martínez Monterrosa, para buscar una solución efectiva.
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“Vamos a presentar las inquietudes a los expertos y buscar una solución en conjunto. Tienen toda la razón al protestar y están en su derecho, pero hay un proceso que debemos seguir para llegar a un acuerdo. Nuestro Plan de Desarrollo, en coordinación con el Distrito, nos permitirá mejorar la situación de esta y otras instituciones en Cartagena, lo que requiere un marco presupuestal”, explicó Martínez Monterrosa. Lea también: Inmuebles deteriorados: MinVivienda revisará la posibilidades y cambios en reglamentación actual
El secretario también destacó que, aunque no es experto en la causa del problema, confía en Gestión del Riesgo para las inspecciones necesarias. “Ya se ha tomado una decisión: los estudiantes no pueden continuar aquí”, anunció Martínez.
Tras el anuncio, la institución informó a los padres que, a partir del 7 de junio, las clases presenciales serán suspendidas. Los acudientes deben firmar un consentimiento para autorizar las clases bajo la estrategia de “guías pedagógicas”. Los docentes estarán disponibles en la sede durante un horario estipulado hasta el 14 de junio, cuando inicia el receso de mitad de año.
Esta medida busca garantizar la seguridad de los estudiantes mientras se encuentra una solución definitiva al problema del olor a gas que afecta a la comunidad escolar.