La denominada ‘Declaración por la paz en Palestina y la región’ fue aprobada durante una sesión ordinaria y de manera unánime por los 91 diputados que integran el Parlamento nicaragüense, donde los sandinistas tienen mayoría absoluta. Lea aquí: Biden firma una orden que limita las solicitudes de asilo en la frontera
En la declaración, el Parlamento de Nicaragua “respalda y hace propia la declaración” del Gobierno que preside Daniel Ortega, que el fin de semana pasado respaldó la propuesta de Hoja de Ruta para alcanzar un acuerdo de paz en Palestina, presentada por Estados Unidos y respaldada por la República Árabe de Egipto y del Estado de Catar.
“Reconocemos la importancia de esta propuesta que contribuirá a las negociaciones entre Israel y Hamás, con el propósito de encontrar soluciones para el pueblo palestino, las familias de Gaza, los rehenes y sus familiares”, señala la declaración legislativa.
Para el Parlamento nicaragüense, “es importante la implementación urgente de las fases propuestas para lograr un alto al fuego que posibilite la ayuda humanitaria, el fin permanente de las hostilidades y el plan de reconstrucción en Gaza, que conlleven a la paz a todo ese pueblo y la región”.
En la declaración, el Legislativo destacó “que la lucha por la paz y por el establecimiento de un orden internacional justo, son compromisos irrenunciables de la nación nicaragüense y nos unimos al trabajo de todos los pueblos que buscan de corazón acabar con esa guerra que ha causado tanto dolor y destrucción”. Lea: Biden llamó a Trump “criminal convicto” tras veredicto en su juicio
El titular del Parlamento, el oficialista Gustavo Porras, dijo en el pleno que ante una propuesta de paz en el mundo, Nicaragua no puede estar ajena, “independientemente de quién lo proponga, porque nosotros vemos y sabemos lo que vale la paz, lo que vale parar una guerra”.
La hoja de ruta de Biden tiene tres fases
La primera constaría de seis semanas en las que habría un alto al fuego completo, se retirarían las tropas israelíes de todas las áreas pobladas de la Franja y serían liberados varios rehenes, entre ellos mujeres, ancianos y heridos, a cambio de la excarcelación de centenares de prisioneros palestinos.
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Durante esas seis semanas, Israel y Hamás deberían negociar los detalles de la segunda fase, que implicaría “el final permanente de las hostilidades”, la liberación del resto de rehenes, incluidos soldados, y la retirada del Ejército israelí de la Franja, detalló Biden.
Según el mandatario estadounidense, esta segunda etapa necesitaría una negociación muy intensa, de manera que “el alto el fuego continuará vigente siempre que las conversaciones se mantengan”, dijo.
La tercera y última fase comprendería un “gran plan de reconstrucción” del enclave palestino y la devolución de los cuerpos de los rehenes asesinados.
Pese a esta propuesta, las autoridades israelíes insistieron el sábado pasado en que no aceptarán un alto al fuego permanente en la Franja de Gaza hasta que no se cumplan los objetivos de la guerra, que pasan por eliminar completamente “las capacidades militares y de gobierno de Hamás” en el enclave palestino.