Cartagena de Indias goza de una amplia variedad de fauna y flora. Expertos y ambientalistas destacan la rica vegetación y las especies de animales que habitan en este territorio, no obstante, especies como palomas, garzas y pelícanos han experimentado cambios en su hábitat y comportamiento como resultado de la actividad humana. Lea: Hasta $20 millones de recompensa: roban dos tigrillos y cuatro aves en Boyacá
Así lo manifiesta la Fundación Cartagena al 100% que lanzó un SOS al Distrito con el objeto de reflexionar en torno a esta situación. “La pérdida de la dignidad o de la naturaleza propia de las especies animales es un tema preocupante que refleja el impacto negativo que el ser humano puede tener en el entorno natural”, se lee en el comunicado. Lea: Día Internacional por los Ríos: un llamado a la acción
A continuación un resumen de lo expuesto por la Fundación Cartagena al 100%:
- Las palomas
En su origen, son aves silvestres que han coexistido con los seres humanos durante siglos. Debido a la urbanización y a la concentración de personas en entornos urbanos, estas aves han perdido parte de su dignidad natural. En muchas ciudades, las palomas se han convertido en símbolos de la suciedad y la contaminación, siendo vistas como plagas urbanas. La falta de control de la población de palomas puede llevar a problemas de salud pública y degradación del entorno urbano.
-Las garzas
Son aves majestuosas que suelen habitar en zonas húmedas y cerca de cuerpos de agua. La pérdida de hábitats naturales debido a la urbanización y la degradación ambiental ha llevado a que muchas garzas se vean obligadas a adaptarse a entornos urbanos o a buscar nuevas áreas de alimentación. En algunas ciudades como la nuestra, las garzas son vistas buscando comida en lagunas y ciénagas e incluso en vertederos de basura, lo cual dista mucho de su entorno natural.
-Los pelícanos
Los pelícanos son aves marinas conocidas por su habilidad para pescar y por su vuelo majestuoso. Sin embargo, la contaminación marina, la sobreexplotación pesquera y la pérdida de hábitats costeros han puesto en peligro a muchas poblaciones de pelícanos en todo el mundo.
En algunas áreas, se les encuentra buscando comida en vertederos costeros como el Mercado Bazurto o dependiendo de la pesca realizada por los humanos en las playas para subsistir. Esta pérdida de la dignidad natural de los pelícanos se refleja en su dependencia de fuentes de alimento poco saludables y en la vulnerabilidad de sus poblaciones frente a las actividades humanas.