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Cultural

Canto y río, el nuevo álbum de la cantadora bolivarense Martina Camargo

La cantadora bolivarense Martina Camargo nos sorprende una vez más con su quinto álbum, una joya musical que captura la esencia de la tradición y su autenticidad.

Canto y río, el nuevo álbum de la cantadora bolivarense Martina Camargo

Martina Camargo, cantadora bolivarense. //Foto: David Lara Ramos.

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“¡Carajo, el quinto…!”, exclama Martina Camargo al contar el número de álbumes que, como solista, ha cantado a la música de los aires de tambora de Colombia. Luego suelta una risa espontánea que es un rasgo de su extrovertida personalidad. Así se configura el nombre de esta nueva producción titulada Canto y río. Se siente satisfecha después de más de dos años de creación de letras y melodías para seguir su aporte a una tradición que recorre las riberas del Magdalena y baja como raudal de alegría hacia el sur del departamento de Bolívar… y más allá. Lea: La sátira y la poesía conviven en la obra de Jorge García Usta

“Presentar esta nueva producción -dice Martina Camargo- es el reflejo de la constancia que he tenido para continuar el legado de mi padre Cayetano. Las cantadoras generamos músicas y letras que son mensajes de lo que pensamos y sentimos, como parte de un país diverso. Son músicas que han resistido también, creo que he logrado que nuevos públicos aprecien y valoren mi propuesta musical. Las tendencias en redes con temas como Me robaste el sueño, Guataquí, Paisaje divino o Águila del monte, lo demuestran, por eso yo seguiré cantándole a mi tierra, al Magdalena, esas aguas en las que me he bañado muchas veces desde que estaba niña, de ahí han brotado las historias para hacer mis versos”.

Las tendencias en redes con temas como Me robaste el sueño, Guataquí, Paisaje divino o Águila del monte, lo demuestran, por eso yo seguiré cantándole a mi tierra, al Magdalena”.

 Martina Camargo

En esas aguas del Magdalena, por ejemplo, una raya picó a Martina cuando tenía 13 años. Ese recuerdo lo trae en forma de canción para narrar aquel lejano suceso: “¡Ay, Dios mío! Una picadura de raya es un dolor inmenso que he llevado en mi memoria desde mi infancia y ahora lo convertí en canción. He querido en este álbum jugar con las nociones que puede encerrar una palabra, por ejemplo, ‘la raya’ es un animal, pero también está ‘la raya’ que se traza para establecer límites, por ejemplo mantener a los violentos a raya. También hay otro tema que se titula Al golpe de mi tambora, allí no solo es el golpe sobre el instrumento, también están los golpes que me ha dado la vida, mis dolores, mis sufrimientos. Vivir en un pueblo como San Martín, en una región que sufrió mucho por la presencia de actores armados, te hace fuerte. Mi familia fue desplazada durante el período de la presencia paramilitar, son golpes en la vida que he superado con mi canto, con los sones y melodías al sonar de los cueros, pero también escribiendo letras que son mi discurso como mujer, es lo que siento, me inspira y canto”.

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Quienes han escuchado la risa de Martina Camargo saben que es un rasgo que la define. Es un estruendo de alegrías que brota de una felicidad genuina, una gracia desbordante que se mofa incluso de sus propias tragedias: “Inicialmente el álbum se iba a titular Resistencia, pero luego me puse a pensar en los hechos que he vivido y sé que muchos de ellos se han sanado con mi canto, con mi risa. Cuando incluyo en el título del álbum la palabra río, vuelve allí el tema de los significados de una misma palabra, yo puedo estar refiriéndome al río grande de la Magdalena, que los indígenas llamaban Yuma, pero también yo me río de mi pesares. Por ejemplo, la muerte de seres queridos como mi compañero Mané, que murió durante la época de la pandemia, en enero de 2021, pero al mes, me fui a cantar y a reír en uno de los eventos más importantes de nuestra tradición como es La noche de río, previo al Carnaval de Barranquilla”.

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Martina Camargo. //Fotos: David Lara Ramos.
Martina Camargo. //Fotos: David Lara Ramos.

La historia de Martina Camargo está atada a San Martín de Loba, allí nació el 11 de marzo de 1960. Un relato que ella misma cada vez que lo cuenta se asombra: “Nací en medio de una tempestad, imagínese, en aquellos tiempos no había luz, y los dolores a mi mamá Ubaldina le dieron en una madrugada. Salieron a buscar una lancha para trasladarnos al hospital de El Banco, Magdalena, pero un señor de apellido Márquez le cobró a mi papá una suma muy alta que él no tenía. Mi papá con una hamaca, como se hacía antes, cargó a mi mamá con la ayuda de los vecinos, hasta el puerto Come miel, y esperaron a que pasara una lancha. Ya en el hospital, los médicos dijeron que todo estaban muy difícil, que para salvar a mi mamá tenían que desmembrarme, pero mi papá, que era muy creyente y muy devoto de San Martín, acudió a unos sacerdotes que le dijeron que la niña había que salvarla. Hubo trabajo de parto y yo salí, inmóvil, como si estuviera muerta y me cuenta mi papá que me pusieron en una ponchera, pero mi papá comenzó a moverme, a darme animación, en un momento sintió que me latía el corazón y llamó a los médicos… Bueno, vea, aquí estoy cantando y riendo”.

Esa historia revela un destino marcado por las dificultades, pero siempre con un triunfo pleno al final de la jornada. Ese espíritu de fortaleza también está en este álbum con temas como Me echaron del monte o La pollera. Me echaron del Monte, cuenta la situación que vivió su hermano Álvaro, a quien los paramilitares buscaban y tuvo que abandonar la tierra que su padre le había legado. En La pollera, Martina recoge toda esa alegría en torno al canto, a las ruedas de tambora, al goce del baile con la pollera. “La pollera es un tema de mi autoría y ahí quise hacer un homenaje a las mujeres, a mis tías, a mis abuelas que eran bailadoras, a mi mamá, que fue una luchadora, ella no se quedaba quieta, hacía bollos, cocadas, fue quien enseñó a leer y a escribir a todos mis cinco hermanos. Mujeres como ellas están en La pollera, una mujer plena, que baila, canta, lucha, pelea por sus derechos y hace su aporte para tener y vivir en una mejor sociedad”. Por su sonoridad, por el espíritu de los coros, por los hábiles cortes de la tambora, el tema Kikí se destaca por su versatilidad. “Me decía mi papá, que el kikí es un corocito, pequeño, que se encontraba en los montes, y que era durísimo, que intentaban romperlo con una piedra, con un mazo de pilón, hasta con un martillo y era tan duro que no podían partirlo. Su coro dice (canta) Estás aquí tan fuerte como un kikí,/ estás aquí tan fuerte como un kikí”. Eso es también Canto y río, el quinto álbum de la cantadora Martina Camargo, ya disponible en todas las plataformas.

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