Las estadísticas, problemáticas y, en especial, las historias alrededor del fenómeno migratorio son de suma importancia, ya que dibujan el panorama y ayudan a entender lo que vive la población migrante, sobre todo en el caso de las mujeres y niñas, quienes son más vulnerables a sufrir ciertas violaciones de derechos durante el tránsito migratorio y en sus destinos.
Con un aumento exponencial año tras año, el número de migrantes en Colombia asciende a 2,8 millones, y de esta cifra, 55% son mujeres, según el Registro Único de Migrantes (RUMV) y la plataforma R4V.
Una violencia imparable
Según la ONU, el 33,3% de las mujeres migrantes entre 15 y 49 años experimentó violencia física y/o sexual por parte de su pareja íntima, superando el promedio mundial del 27%. Por otro lado, más del 60% de las mujeres migrantes afirma haber sido víctima o testigo de violencia y el 43% lo normaliza o acepta ‘a regañadientes’.
Las estadísticas demuestran que la situación migratoria es un factor que vulnerabiliza a las mujeres, pues cada año se presentan más de 90 mil casos de violencia contra víctimas migrantes, con una tendencia al aumento del 30 %.
Desafíos laborales y económicos
Obstáculos como la homologación de estudios y la falta de documentación, afectan en gran medida tanto a hombres, como a mujeres, pero, en ellas, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dane, “estos obstáculos se magnifican en un 26,3%”, evidenciando una discriminación que requiere una atención urgente.
A pesar de la participación laboral femenina del 52,8%, la tasa de desempleo es del 34,6%, una cifra que contrasta significativamente con el 14.3% registrado en hombres migrantes y que resalta las desigualdades de género, en las que pocas veces son remuneradas, de acuerdo a su trabajo y, en las que se enfrentan a diversas formas de violencia que afectan su seguridad y limitan su desarrollo profesional y personal.
Camino a un futuro sin violencia
Aunque los desafíos a los que se enfrentan las mujeres migrantes son demasiados, poco a poco surgen iniciativas que buscan ayudar a solucionarlos y, sobre todo, a potenciar su impacto en la sociedad colombiana.
Un ejemplo de estas iniciativas es el proyecto ‘Mujeres con Autonomía Económica’, creado en colaboración entre la Secretaría de Participación y Desarrollo Social, la ONG Mercy Corps y la Casa de la Mujer Heroica, cuyo objetivo es capacitar a mujeres de distintas zonas del distrito en artes y oficios, brindándoles la oportunidad de formalizarse, encontrar empleo y emprender.
También se encuentra la iniciativa ‘Más allá de las banderas somos mujeres’, creada por ONU Mujeres, en alianza con la Oficina de Población, Refugio y Migración de Estados Unidos, en la que se combina la prevención de la violencia basada en género con la promoción del empoderamiento económico de las mujeres migrantes, brindándoles la oportunidad de tener un bienestar mayor en medio de su situación.