La nutrición es un tema de suma importancia para el bienestar integral del ser humano, por lo que los especialistas hacen un llamado a reflexionar sobre la importancia de una alimentación correcta, como base para estar y sentirnos bien. Sin embargo, en el panorama de las dietas y hábitos alimenticios, el ayuno intermitente ha sido objeto de controversia en las últimas semanas.
Esta nueva practica se le ha asociado con un posible incremento del riesgo de muerte por problemas cardiovasculares, lo que ha sembrado dudas sobre su efectividad y seguridad. Pero, ¿es realmente el ayuno intermitente una herramienta mágica para la salud, o puede representar un peligro para nuestro corazón? Lea aquí: Desigualdades en el tratamiento del cáncer afectan a las minorías en EE.UU.
Algunos estudios sugieren que esta práctica puede tener efectos beneficiosos como la mejora en los perfiles de lípidos sanguíneos, la reducción de la presión arterial y el aumento de la sensibilidad a la insulina.
Vicente Javier Clemente, catedrático de Ciencias del Deporte de la Universidad Europea.
El catedrático de Ciencias del Deporte de la Universidad Europea, Vicente Javier Clemente Suárez, explica que “los resultados del ayuno intermitente pueden variar significativamente entre individuos. Además, este tipo de ayuno puede acarrear hipoglucemia, deshidratación, deficiencias nutricionales y una exacerbación de trastornos alimentarios”. Lea aquí: Mujeres jóvenes tratadas por cáncer de mama pueden tener hijos
¿Qué es el ayuno intermitente?
Este tipo de alimentación implica alternar períodos de ayuno con períodos de alimentación. Los más comunes incluyen el ayuno 16/8, que consiste en ayunar durante 16 horas y comer durante 8 horas; el método 5:2 implica comer normalmente 5 días a la semana y restringir la ingesta de calorías a unas 500 o 600 en los otros 2 días y el ayuno de 24 horas, que se hace una o dos veces a la semana. Aunque es un hábito alimentario que se ha hecho conocido y se ha puesto de moda en los últimos años debido a sus beneficios, lo cierto es que no es efectivo para todos y, en ocasiones, puede conllevar riesgos para la salud.
No obstante, no todo es riesgo. El ayuno intermitente puede ayudarnos también a preservar nuestra salud. “Algunos estudios sugieren que este tipo de alimentación puede tener efectos beneficiosos como la mejora en los perfiles de lípidos sanguíneos, la reducción de la presión arterial y el aumento de la sensibilidad a la insulina, lo que potencialmente disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Además, puede promover la pérdida de peso y la reducción de la grasa corporal al mejorar la regulación hormonal y aumentar el gasto energético”, señala el experto. Lea aquí: Pico de infecciones virales en Cartagena: experto entrega recomendaciones
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Este tipo de alimentación implica alternar períodos de ayuno con períodos de alimentación. Entre los más comunes está el ayuno 16/8, que consiste en ayunar durante 16 horas y comer durante 8 horas.
Eso sí, la reducción del número de ingestas diarias que implica el ayuno intermitente puede provocar un aumento de la ansiedad por la comida y del estrés. Lo cierto es que cada persona reacciona de manera diferente, pero “si se consigue mantener en el tiempo, el ayuno intermitente, generalmente, mejora la relación con la comida”.
La clave está en descubrir si es adecuado o no para nosotros y, para empezar, es necesaria una buena investigación y planificación previa, además de consultar a profesionales de la nutrición. “Es importante comenzar a aplicar el ayuno intermitente lentamente, reduciendo gradualmente la ventana de alimentación”, asegura el profesor Clemente y añade, “escucha a tu cuerpo, presta atención a cómo te sientes durante el ayuno y, durante tus periodos de alimentación, enfócate en una dieta rica en nutrientes”. Lea aquí: Buscan desarrollar tratamientos personalizados para la esquizofrenia
El docente de la Universidad Europea hace hincapié en el consumo de agua en los tramos de ayuno para evitar la deshidratación y añade que “sobre todo, hay que ser flexibles. El ayuno intermitente no es adecuado para todos. Si no funciona para ti, no te sientas presionado a seguir con ello”, concluye.