La tiroides es la glándula encargada de producir hormonas que regulan la energía del organismo para funcionar correctamente. Se estima que 750 millones de personas en el mundo pueden tener algún tipo de enfermedad tiroidea y cerca del 60% de la población desconocer que la padece, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, a esta glándula vital para el ser humano se le atribuyen varias complicaciones de salud, en algunos casos erradas, motivo por el cual se hace cada vez más necesario consultar al endocrinólogo para tener certeza de su óptimo funcionamiento.
La tiroides está ubicada en el cuello y llama la atención por su peculiar forma de mariposa. Es la encargada de producir las hormonas T3 y T4, asociadas con el crecimiento y el correcto funcionamiento del organismo, además de ser determinantes en la regulación del metabolismo. La producción de estas se estimula principalmente por otra hormona, llamada TSH, que se segrega en la glándula hipófisis. Lea aquí: Diagnóstico temprano y terapia personalizada puede aumentar cura de leucemia hasta un 90 %
“La tiroides cumple una función vital para el correcto funcionamiento del organismo del ser humano, tanto así que ha recibido el calificativo de ‘la gran reguladora’ y, precisamente por esta función, suele asociarse con múltiples alteraciones de salud. La complicación que se presenta con mayor frecuencia en el mundo es el hipotiroidismo – afectando cerca del 10% de la población – seguida por el hipertiroidismo. Otras como el bocio, la tiroiditis, la aparición de nódulos y cáncer. Si bien las alteraciones tiroideas pueden reflejarse en cualquier etapa de la vida y género, tienen mayor frecuencia en la adultez y en las mujeres”, comenta la Dra. Katherine Restrepo Erazo, presidente de la Asociación Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo.
Se estima que 750 millones de personas en el mundo pueden tener algún tipo de enfermedad tiroidea y cerca del 60% de la población desconocer que la padece.
Las enfermedades tiroideas pueden ocasionarse por múltiples razones, entre ellos factores genéticos, el consumo de alimentos con alta concentración de yodo e incluso el contacto permanente con elementos que hacen parte de la cotidianidad de las personas, considerados como disruptores endocrinos. La Asociación Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo – ACE- presenta algunos de los síntomas asociados a las diferentes alteraciones de la tiroides. Lea aquí: Este es el primer país del mundo en recibir nueva vacuna contra la malaria
El hipotiroidismo se caracteriza por la producción insuficiente de las hormonas tiroideas para suplir las necesidades del cuerpo, ocasionando fatiga, aumento de peso, frío constante, dolor muscular, piel seca, estreñimiento, baja frecuencia cardiaca, ciclos menstruales irregulares, problemas de fertilidad e incluso depresión.
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Por su parte, en el hipertiroidismo se evidencia la producción excesiva de hormonas tiroideas causando pérdida de peso, diarrea, aumento en la frecuencia cardiaca, temblor, debilidad muscular, irritabilidad y cambios en el estado de ánimo. Lea aquí: Claves para frenar la resistencia a antibióticos; aquí le contamos
El funcionamiento irregular de la tiroides también puede evidenciarse con cambios físicos, tales como el bocio - agrandamiento de la tiroides -, nódulos o pequeñas protuberancias en la zona del cuello y tiroiditis o hinchazón de esta glándula. Cabe destacar que los casos de cáncer de tiroides son cada vez más frecuentes, debido a factores propios del desarrollo de la enfermedad, así como los avances tecnológicos que facilitan la detección oportuna.
Si bien las alteraciones tiroideas pueden reflejarse en cualquier etapa de la vida y género, tienen mayor frecuencia en la adultez y en las mujeres”.
Katherine Restrepo, presidente de la Asociación Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo.
“El endocrinólogo, que es el especialista encargado de diagnosticar a los pacientes con alteraciones de la tiroides, cuenta con avances tecnológicos y conocimiento investigativo que facilita la detección oportuna de las complicaciones asociadas a esta glándula. El diagnóstico puede variar, desde exámenes de sangre para identificar los niveles de producción de TSH, T3 y T4, hasta ecografías o pruebas de absorción de yodo radioactivo; por otra parte, el tratamiento consiste en medicación para controlar los niveles de producción de hormonas y en el caso del cáncer de tiroides, cirugía, radioterapia o quimioterapia” afirma la presidente de la ACE. Lea aquí: La esperanza media de vida bajó en 1,8 años luego de la pandemia de covid-19
La Asociación Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo destaca la importancia de que los colombianos tengan en cuenta los factores de riesgo y síntomas de las alteraciones de esta glándula para recibir una valoración y tratamiento oportuno por parte de este especialista.