Muchos creen que quienes sufren de asma dependen de inhaladores, jarabes y pastillas para sobrellevar a diario los síntomas de la enfermedad, lo cierto es que es posible llevar una vida normal con un tratamiento adecuado, así lo demuestran deportistas de alto rendimiento como el ciclista Chris Froome quien a pesar padecer asma es una figura destacada en este deporte de gran exigencia.
“El asma es una enfermedad crónica que se debe a la inflamación y la contracción de los músculos que rodean las vías respiratorias, lo que dificulta la respiración. Aunque a veces es grave, se puede controlar con un tratamiento adecuado”, explica la Organización Mundial de la Salud.
Los síntomas del asma incluyen tos, particularmente por las noches, sibilancias, falta de aire y opresión en el pecho. Se calcula que 262 millones de personas tenían asma en 2019 y que esta enfermedad causó 455.000 defunciones ese año. Te puede interesar: ¡Cuidado con la neumonía! Es la principal causa de muerte por infección.
Para vivir una vida plena a pesar del asma, es vital el diagnóstico adecuado. “Es una enfermedad que se subdiagnostica porque los síntomas puedes confundirse con infecciones respiratorias y no se le da el seguimiento médico que se requiere”, explica Mónica Olmos, médica epidemióloga y gerente médica de asma de GSK.
A propósito de que mayo es el Mes de la Concientización sobre el Asma, de la mano de la Dra. Olmos, desmentimos o confirmamos algunas de las creencias comunes sobre esta enfermedad:
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Los adultos no desarrollan asma
No es cierto. Aunque la enfermedad suele ser desarrollarse en la niñez, porque tiene un gran componente hereditario, también puede aparecer en la edad adulta, sobre todo cuando se está en ambientes de trabajo con polvo, vapores o con condiciones ambientales y climáticas particulares, lo que se conoce como ‘asma ocupacional’.
El asma no se cura
Es cierto, esta enfermedad es crónica y no tiene cura. “Puede ocurrir que en algunos casos el asma se ‘duerma’, especialmente en la adolescencia porque el niño o la niña ha mejorado su capacidad respiratoria con el crecimiento pero es probable que reaparezca cuando haya estímulos en el ambiente”, explica la medica epidemióloga.
No se puede prevenir
Aquellos que padecen asma tienen una predisposición mayor a reaccionar ante factores externos en comparación con quienes no sufren esta afección, es por ello que si bien no se puede evitar la enfermedad, los padres de familia de niños y niñas con tendencia a las alergias o con antecedentes familiares de asma pueden tomar ciertas medidas. Lee también:¿Tu mascota duerme contigo? Cuidado con la limpieza y las alergia.
Entre estas acciones están limpiar constantemente el polvo de la vivienda, evitar el uso de alfombras y peluches que suelen almacenar más micropartículas que promueven las alergias, evitar el contacto cercano con mascotas y cambiar frecuentemente la ropa de cama para evitar la acumulación de ácaros.
Puede ocurrir que en algunos casos el asma se ‘duerma’, especialmente en la adolescencia porque el niño o la niña ha mejorado su capacidad respiratoria con el crecimiento pero es probable que reaparezca”.
Mónica Olmos, médica epidemióloga.
¿Tienes asma y no lo sabes?
Los especialistas consideran que muchos pacientes tienen asma y no lo saben porque ciertos síntomas sospechosos los pasaron por alto. Estas son algunas de las señales para tener en cuenta:
- Tos extendida durante varias semanas tras la gripe o resfriado.
- Episodios de tos nocturna sin causa aparente.
- Dificulta para hacer ciertos ejercicios por sensación de ahogo o de opresión en el pecho.
- Rinitis cuando se está en labores comunes de limpieza.
Es fundamental contar con el esquema de vacunación y en episodios de gripa o resfriados hidratarse muy bien para evitar que el moco se quede en las vías respiratorias, lavarse las manos con frecuencia y usar el tapabocas.