Momentos de tensión, pánico y dolor se viven en el sur de Bolívar a raíz de una violenta toma paramilitar que pretende apoderarse de las tierras y las rentes criminales en poder del Eln, disidencias de las Farc y otros grupos al margen de la ley.
Lo que se conoce hasta el momento es que, desde el pasado 18 de abril, hombres fuertemente armados, que se identificaron como paramilitares del Clan del Golfo, llegaron a las zonas rurales de Micoahumado y Mina Proyecto, en Morales, al igual que a Santa Rosa del Sur y Arenal del Sur y se instalaron.
A raíz de eso, más de 300 personas, entre esas niños, tuvieron que abandonar sus casas y fincas para protegerse en una pequeña cancha de fútbol en el municipio de Morales.
A esto se suma el asesinato de dos ciudadanos que se refugiaban en una finca. Se trata de Eneil Anzola Perilla y Herney Bermúdez, este último presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Los Arrayanes, en Santa Rosa del Sur.
Estos asesinatos ocurrieron el pasado 18 de abril, ante la mirada de varios de sus familiares, vecinos y amigos. Las autoridades no han entregado detalles de estos crímenes. Se cree que sus parientes los sepultaron en medio de la soledad estatal, otros dicen que los cuerpos no aparecen.
Pero eso no es todo. Horas después fue secuestrado José Humberto Anzola Medina, un agricultor de la zona que nada tenía qué ver con grupos criminales, según medios de esa zona. El 20 de abril lo hallaron muerto en una trocha.
La Defensoría del Pueblo está informada y hace un llamado a las autoridades y a la presidencia para mitigar o controlar esta situación de alteración de orden público. Cabe mencionar que en esos municipios hay presencia del Ejército Nacional, pero parece no ser suficiente.
La comunidad ha reportado combates entre grupos insurgentes, una guerra brutal por el territorio. Sobre estos hechos no hay mayores detalles, pero se conoce que la Cruz Roja Internacional, La Organización de Estados Americanos, OEA, las Naciones Unidas están en la población para evitar un escenario más sangriento, sobre todo para los civiles. Lea: Paramilitares serían los asesinos de líder campesino, en el sur de Bolívar
Pero la gota que rebosó el vaso fue el asesinato del líder campesino Narciso Beleño Benavides, en la noche del pasado domingo, en su vivienda de Santa Rosa del Sur. Era el presidente de Federación de Agromineros del Sur de Bolívar.
La comunidad tiene miedo y hace un llamado humanitario al resto del país para que pongan los ojos en esta zona azotada por la violencia. El alcalde de Morales, Ecequiel Salcedo, convocó a un Comité Extraordinario de Justicia Transicional. Se estima que son más de 300 los armados que mantienen confinada a la población.