Otty Patiño, comisionado de paz del gobierno de Gustavo Petro, sostuvo hoy que ya no es el “guerrillo” de hace 35 años al negarse a entrar en discusiones con Antonio García, uno de los máximos jefes del ELN, quien lo acusó de realizar secuestros cuando pertenecía al M-19, luego de sus críticas a la decisión de esa organización de retomar los secuestros extorsivos.
“Suponiendo que como guerrillos éramos iguales, hace 35 años ya no soy guerrillo”, afirmó Patiño, “si quiere discutir con ese Otty, ese Otty ya no existe”, puntualizó.
En una serie de mensajes en su cuenta durante el fin de semana, García acusó a Patiño de una suerte de olvido selectivo, al recordarle que siendo miembro del M-19 esa organización realizó varios secuestros.
García citó incluso dos casos: el de Camila Michelsen, hija de Jaime Michelsen presidente del Grupo Grancolombiano en los años 80, y el de Marco Antonio Gil “Papero”, un hombre con presuntos vínculos mafiosos. Lea: Procuraduría abre investigación a Olmedo López por tráfico de influencias
“Le recuerdo que en la retención de Camila Michelsen, capturada en 1985, ya habían iniciado negociaciones; pero como andaban sin dinero, hasta le solicitaron al ELN un préstamo millonario para culminar la negociación, préstamo que jamás nos pagaron. Qué mala paga”, acusó García.
Sobre el caso de Gil, el jefe del ELN sostuvo que por ese caso al M-19 le “entró un buen billete que hasta inversiones legales hicieron luego de la desmovilización”.
“Las retenciones económicas son buenas para unos, pero para otros no. Qué lindo el doble rasero”, disparó García.
Patiño sostuvo que el problema actual del Ejército de Liberación Nacional (ELN) es de “conducción”, dado que sus máximos jefes, quienes integran el Comando Central (COCE), viven en su mayoría fuera del país y se han desconectado de la realidad local que clama para que llegue la paz a sus territorios. Lea: Petro le responde a Antonio García sobre “farras” cuando era del M-19
El Comisionado de Paz sostuvo que el ELN siempre fue fuerte en su relación con las comunidades donde han operado, pero en la actualidad sus máximos dirigentes siguen apegados a los mandatos que emitieron en 2016 en el quinto congreso de esa organización, que desconoce la actual realidad social, política y económica del país.
Por tanto, ofreció al ELN la disposición logística y de seguridad para que realicen en el país su sexto congreso, escuchen a las comunidades y tomen decisiones sobre la paz.
Incluso, Patiño mencionó que el Ejecutivo estaría dispuesto a gestionar que ese congreso guerrillero se realice en otro país, con las garantías a esa nación huésped de no resultar sancionada por acoger las conversaciones internas de un grupo que es considerado por varios países como “terrorista”, en declaraciones a W Radio.