Desde ahora, el Frente Comuneros del Sur y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) son grupos aparte.
La decisión se conoció el martes en mensaje divulgado por los miembros de esa organización, en el que anunciaron que tras reunirse entre el 29 de abril y el 5 de mayo en Nariño, decidieron romper relaciones con el Comando Central (COCE).
Sin embargo, los disidentes del ELN aclararon que mantendrán la negociación que adelantan con el Gobierno y que en su momento fue argumento para tensiones en las mesa de discusión. Lea aquí: “El secuestro lleva es al traqueteo”: el mensaje de Petro al Eln
Información conocida por Colprensa de fuentes militares señaló que ese grupo ha estado ligado en los últimos años a actividades de narcotráfico, extorsión y explotación ilícita de yacimientos mineros.
Dichas acciones les habrían permitido tener cierto dominio territorial en la zona, a través de tres facciones: Jaime Toño Obando, comandada por Jorge Wilfredo Rosero Marín “Fercho”; José Luis Cabrera, al mando por Oliverio Orfilio Pai; y Elder Santos, en cabeza de Andrés Obregón.
Además operan, según autoridades regionales, de la mano con los disidentes de la Segunda Marquetalia, con quienes están aliados para enfrentar a las estructuras que hacen parte del Estado Mayor Central (EMC), especialmente al grupo denominado Franco Benavides. Lea: Claudia López, a interrogatorio por presunta corrupción en el Metro de Bogotá
Los motivos de la división estarían ligados a temas de finanzas ilegales. Aparentemente, el COCE quería quedarse con el control absoluto de los dineros y recursos generados por los Comuneros, quienes no están de acuerdo con esa imposición, de acuerdo a la versión de fuentes militares.
Además, los Comuneros son conscientes de que podrían obtener mejores ventajas y beneficios en las negociaciones independientes con el Gobierno, como extensiones de tierras, ganadería, propiedades, que haciendo parte del ELN.