Aumentar el riesgo de cáncer de mama o ayudar a evitar la caída de los senos son solo algunas de las creencias sobre el uso del brasier, consejos que se han transmitidos como ciertos, desde nuestras abuelas.
Pero ¿qué hay de cierto en estas opiniones que se han generalizado a lo largo del tiempo? Lo primero por señalar es que, sin importar la hora del día, es esencial que esta prenda interior sea cómoda, que no compriman demasiado los senos, que ofrezcan un soporte adecuado y de telas que no ocasionen molestias en la piel, de acuerdo con las necesidades y sensibilidad de cada mujer.
También se debe tener en cuenta que al momento del descanso el cuerpo está en su proceso de regeneración, para lo que no es recomendable usar ninguna prenda, ni interior ni exterior, muy ajustada para que la piel transpire de manera adecuada. Le puede interesar: ¿Duermes bien? 5 consecuencias de no descansar lo suficiente.
Ahora bien, frente al uso específico de esta prenda por las noches no hay ni beneficios ni daños particulares siempre y cuando se trate de prendas confortables, es decir, el uso del brasier al dormir debe ser una elección personal, de acuerdo con los hábitos y comodidad de cada mujer.
“No es cierto que existan enfermedades que estén asociadas al uso de brasier. Para aquellas mujeres con hipersensibilidad al roce, se recomienda el uso de tops con telas transpirables; materiales como el algodón y que estén libres de aros, porque genera fricción debido a la posición que el cuerpo adquiere al momento del descanso”, explica Lizeth Garzón, ginecóloga y obstetra de los Centros Médicos Colmédica.
La experta señala que en caso de dormir con brasier es importante que sean diferentes a los que se usan durante el día. La prenda debe estar diseñada para el descanso y la comodidad. Por tanto, no debe tener costuras ceñidas que afecten negativamente en el cuerpo.
Tampoco es cierto que dormir con sostén contribuya de alguna manera a la conservación del tejido mamario. Lea también: Si no logras dormir bien: 5 consejos de expertos que podrían servir.
Es necesario destacar que, aunque no se ha demostrado una afectación por el uso de sostenes adecuados durante el descanso, sí hay unos beneficios notables para aquellas mujeres que se ‘libran’ de esta prenda para dormir, entre ellos que disminuye la tensión a nivel del tejido mamario, hay menor riesgo de desarrollar dermatitis de contacto, se restaura la circulación en la zona del pecho de manera adecuada y permite a la piel tener un descanso para recuperarse.
Estos son otros mitos y verdades relacionados con el uso del brasier:
Provoca cáncer de mama
No es verdad que usar brasier cause cáncer u otras patologías. Ni el material, el tamaño, el modelo u otro aspecto relacionado, incide o tiene relación alguna con el riesgo de contraer cáncer de mama.
Disminuye el dolor de espalda
La creencia de que el uso del brasier ayuda al dolor de espalda en mujeres con volumen mamario es cierta, debido a la disminución que esta prenda aporta en la tensión de los ligamentos suspensorios de Cooper (órganos que permiten que la mama se mantenga en su posición).
Los senos se ‘caen’ por no usar brasier
No es verdad. El uso del sujetador al dormir no evitará que el pecho pierda firmeza. Las mamas se caen porque, a medida que avanza la edad, el tejido glandular mamario va cambiando. Es así como se va poniendo laxo, más aún si se suman factores como: antecedente de lactancia, fluctuación de peso corporal, fumadoras, entre otros factores.
Sirve de soporte durante el ejercicio
En aquellas mujeres cuyas rutinas de ejercicio durante el día se caracterizan por ser de una alta intensidad el uso de un adecuado sostén reduce el riesgo de dañar el tejido graso de las mamas.
Ayuda a que crezcan los senos
No es verdad que, con el uso en las noches del sostén, se incremente el tamaño de los senos. Por el contrario, lo que se puede producir es que el flujo sanguíneo no circule adecuadamente, generando retención de fluidos o una inflamación crónica si se trata de una prenda muy ajustada.