Acantosis nigricans es un término que tal vez no conozcas, pero hace referencia a una afección que podrías estar padeciendo sin saberlo. Hace referencia al oscurecimiento y engrosamiento de ciertas zonas del cuerpo como las axilas, la ingle, rodillas e incluso los labios.
Aunque no es una enfermedad en sí misma y la preocupación que suele causar a quienes afecta está relacionada con el aspecto estético, la acantosis nigricans o pigmentaria suele ser uno de los primeros indicadores de la resistencia a la insulina, una condición prediabética, que por supuesto, puede conducir a la diabetes. Lea también: Conozca lo mitos y verdades sobre la diabetes.
Esta condición “lleva al organismo a producir más insulina de lo normal para compensar la incapacidad de las células para utilizarla correctamente. El exceso de insulina estimula el crecimiento de las células de la piel, provocando la aparición de los síntomas característicos de la acantosis nigricans”, explica una publicación de la Clínica Universidad de Navarra.
Aunque la resistencia a la insulina es una de las causas más comunes de la acantosis pigmentaria, también se ha asociado con otras enfermedades endocrinas y por desbalances hormonales como el hipotiroidismo y el síndrome de ovario poliquístico.
Ante los cambios mencionados en la piel (hiperpigmentación y engrosamiento), que además pueden estar acompañados de otras señales como picor en la zona afectada, mal olor o rugosidad, es vital buscar ayuda médica para determinar cuál es el origen de estas manifestaciones en la piel y descartar las enfermedades con las que esté asociadas. Le puede interesar: ¿Quiere desengancharse del azúcar? Experta comparte 3 consejos.
Si bien hay ciertos tratamiento tópicos que favorece la mejoría de la zonas afectadas con acantosis nigricans, vale la pena destacar que esta condición no cesará hasta que se le dé tratamiento a la enfermedad que la provoca.