La celebración de los 491 años de Cartagena no es un evento ordinario y merece ser conmemorado con personajes que se salen de lo habitual. Rosa Cabarcas encaja perfectamente con este perfil y seis décadas exaltando la gastronomía del Corralito de Piedra lo respaldan.
La falta de oportunidades y carencia de estudios obligaron a Rosa a ayudarse a sí misma y a su familia con apenas 13 años. El trabajo infantil era tan común en aquel entonces que no tardó en conseguir un empleo. Lea aquí: ¡Se acabó la espera! Distrito entregó la calle de La Lengua en Los Calamares
Yo no tengo una especialidad. Todo lo que preparo lo hago con amor y por eso nunca me sobra nada. Hoy en día doy clases, y en esos cursos lo primero que aconsejo es cocinar con mucho amor.
Dijo la longeva cocinera.
Empezó como niñera, pero su destreza al plasmar sus ideas culinarias en un plato llevaron a que su empleador la eligiera como la encargada de alimentar a toda una familia en Manga. Allí estuvo durante un par de años, hasta que se casó y tuvo hijos. Al llegar a la madurez, decidió poner a prueba su sazón en distintos festivales en Cartagena, entre ellos el del pastel y el del frito, en el cual participa desde hace 38 ediciones, es decir, desde que lo crearon. La han galardonado en múltiples ocasiones y en distintas modalidades, lo que resalta con especial orgullo. Lea aquí: ¡Es un hecho! La Casa del Inquisidor tiene nuevo nombre: Benkos Biohó
Mucho antes de tener tarjeta de identidad, ya contaba con el certificado de ser una cocinera exquisita, reconocimiento otorgado por aquellos que probaron su sazón. Puede que en ocasiones olvide el nombre de alguno de sus hijos, pero una receta jamás. Con 76 años y más de seis décadas después de que preparó su primer buñuelo de frijol, continúa intentando, con éxito, dejar en alto la gastronomía de su ciudad, ahora desde el barrio Lo Amador, el mismo que la vio nacer.