Parte de la Amazonía, la selva tropical más grande del mundo, está siendo devastada por la deforestación, la quema indiscriminada de árboles, los cultivos ilícitos y la ocupación ganadera, entre otros males.
A través de las fotografías que componen este reportaje gráfico es posible evidenciar los espacios de las heridas causadas a la selva por la intervención humana; se trata de terrenos deforestados, de hasta 100 hectáreas cada uno. Lea aquí: Urgen medidas ante un calentamiento sin precedentes que eleva la mortalidad
En un sobrevuelo que atravesó departamentos como Caquetá, el sur del Meta y Guaviare se evidenciaron diferentes espacios de quema de árboles, cuyo fin es el acaparamiento de tierras para diferentes usos.
En esos departamentos, incluido el Putumayo, se acumula alrededor del 60% de la toda la deforestación del país, según la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS), quienes también afirman que desde finales del 2023 ha habido un incremento en las actividades de deforestación.
A inicios del 2024, esa deforestación se ha consolidado principalmente al lado occidental de la Amazonía, con un total de 164.671 hectáreas afectadas, señaló la FCDS. Lea aquí: El 2023 fue el año más cálido registrado en América Latina y el Caribe: ONU
Las causas principales de este hecho tienen una relación directa con la historia del conflicto armado en el país, debido a que estos lugares se convirtieron en corredores estratégicos para el narcotráfico y otras empresas criminales, lo que ha llevado a la generación de vías ilegales y la siembra extensiva de cultivos de uso ilícito. Lea aquí: ¡Ojo! Riesgo de nuevas enfermedades por el comercio ilegal de fauna salvaje
Este panorama se puede evidenciar principalmente en la Reserva Nacional Natural Nukak, un área protegida en el departamento del Guaviare, que contiene unas de las formaciones rocosas más antiguas del mundo (Tepuys), que se estiman pueden tener hasta 2.000 millones de años y que a muy pocos metros tienen decenas de cultivos de hoja de coca que amenazan su conservación. Lea aquí: Minambiente monitoreará iniciativas de reducción de emisiones de GEI
Desde el aire, las heridas con las quemas causadas a la selva son evidentes también en Parques Nacionales Naturales como La Macarena, Chiribiquete y Tinigua, lugares en los que la vista dejó de ser de árboles verdes y frondosos por extensas llanuras donde pastan ganado, pozos de agua artificiales para la cría ganadera, junto a cultivos ilegales que amenazan no solo a la comunidad campesina e indígena de esta parte del país y su conservación, sino que se resulta ser una grave afectación a la salud del pulmón más grande del mundo.