Por: Diana M. Rodriguez Arocha
Mientras preparo una inducción sobre la industria para un grupo de colaboradores que ingresan a nuestra organización, reflexiono sobre cómo describirla mejor y, a su vez, cómo resaltar la importancia que tienen los eventos y el rol de los centros de convenciones en el desarrollo de la sociedad. La celebración del Día Mundial de la Industria de Reuniones en abril y mi reciente participación en una feria de eventos en Frankfurt (Alemania), me dieron la pauta que necesitaba para exponerlo.
Es usual escuchar sobre la contribución de los eventos, principalmente en términos de impacto económico directo en sectores como el hotelero o los restaurantes, pero esto es solo la punta del iceberg. Además de ser grandes generadores de empleo, los eventos benefician indirectamente a taxistas, a proveedores de alimentos, audiovisuales, decoración, alquileres, el entretenimiento e incluso, al comercio informal.
Poco se habla sobre como los eventos también impulsan el desarrollo profesional, empresarial, académico y personal, fomentando la transformación social. ¿Cómo impacta un congreso de 3 días a la comunidad donde se realiza? Los eventos tienen la posibilidad de acelerar la innovación y el progreso a través del intercambio de conocimientos y buenas prácticas, nos permiten abordar retos de competitividad, sostenibilidad e incluso brechas de desarrollo social.
Centenares de expertos se dan cita en Cartagena de Indias anualmente en eventos que benefician el desarrollo y la sociedad. Tomemos por ejemplo el Congreso Empresarial Colombiano, que año a año es punto de encuentro de ideas, debates y propuestas, donde confluyen empresarios, gobierno y sociedad, que fijan una agenda de crecimiento para nuestro país. Hablemos también de un evento como el Congreso Panamericano de Parkinson, que facilita la comunicación entre médicos e investigadores, disemina conocimiento sobre los trastornos de movimiento, promueve la colaboración internacional en el campo de la neurología y mejora la calidad de vida de pacientes y cuidadores, en toda la región.
Por otra parte, los centros de convenciones son el elemento dinamizador donde todo confluye. Estos recintos son en su esencia plataformas de conocimiento y negocios que impulsan la competitividad, en este caso de Cartagena de Indias y Colombia, que elevan la oferta del destino y lo posicionan en el mapa global de la Industria de Reuniones y Eventos.
La invitación puntual es a conversar y ver los eventos de negocios con otros ojos, con el fin de generar políticas públicas de corto y largo plazo que regulen su captación y apoyo, como segmento estratégico de alto valor dentro del Plan de Turismo, pero también como pilar de desarrollo económico, de atracción de inversión y motor de transformación social.