La Corporación para el Control Social (Contrial) presentó la semana pasada, en un conversatorio organizado con la UTB y la Andi, la quinta medición del ‘Barómetro del Capital Social (Barcas)’, correspondiente a 2023, que se suma a las realizadas en 1997, 2005, 2011 y 2017, toda una serie histórica dirigida a determinar los cambios en el capital social de ciudades capitales (Barranquilla, Bogotá, Medellín, Cali, Bucaramanga y Cartagena).
Es un insumo importante, pues permite a autoridades y analistas de distintos sectores académicos y sociales interpretar señales concretas para medir el estado de las relaciones de diferentes miembros de la sociedad en términos de confianza, reciprocidad y tejido social, lo cual ayuda a identificar los factores que perturban o los que benefician la colaboración entre los ciudadanos para el desarrollo de múltiples actividades, que aportan y fortalecen el bienestar del territorio.
Los factores que mide el Barcas se agrupan en cuatro dimensiones: Tejido Social, Capital Público, Confianza Institucional y Control Indirecto del Estado, y Fe en Fuentes de Información no Validadas.
A manera de resumen de lo que informa el Barcas de 2023, en punto del Tejido Social, que es el factor referido a cómo la sociedad se cohesiona internamente sin considerar los acuerdos institucionales o la injerencia de lo público, Cartagena salió bien librada al ocupar el segundo lugar, con 0,22, después de Barranquilla, que obtuvo 0,32, en comparación con el resto de las ciudades medidas.
En cuanto a Capital Público, que hace referencia al ámbito público sin relación a la participación cívica, política y en redes sociales, la ciudad se lució al quedar en el primer lugar con 0,29, seguida de Bogotá con 0,14.
En Confianza Institucional y Control Indirecto del Estado, que se refiere a la institucionalidad, pero sin contar con la pública, esto es, sólo a las instituciones formales no estatales u oficiales, también se lució con un resultado de 0,30, el segundo más alto después de Barranquilla (0,33). Pero en el último aspecto evaluado, la Fe en Fuentes de Información no Validadas, relativo a la difusión y creencias de noticias falsas, no nos fue bien, pues obtuvimos un resultado de -0,10, siendo la cuarta ciudad peor calificada. Para tener una idea de la mejor, que fue Medellín, logró 0,16.
Tal como lo ha resaltado CCV, Cartagena alcanzó resultados importantes en materia de capital social, salvo en confianza institucional, aspecto en el que disminuyó frente a 2017, debido a que la ciudadanía no ha tenido un proceso de sinceramiento sobre la realidad de su cultura política, para lo cual se requiere activar el Control Social como mecanismo para bajar los factores negativos, en especial los deliberativos, y en particular los consejos territoriales de planeación y los presupuestos participativos.